sábado, 2 de febrero de 2013

RECUERDOS TORMENTOSOS



RECUERDOS TORMENTOSOS

Los rayos del sol brillaban luminosos a través de las ondas del agua, los reflejos cristalinos parecían destellos de estrellas que adornaban la profundidad en la que ella se sumergía. Su pelo flotaba llevado por el agua y al mirar su cuerpo, se dio cuenta que estaba vestida con una larga túnica blanca. Sentía como sus brazos se movían ligeramente impulsándola a través de las aguas en todas direcciones. Parecía una sirena nadando en las profundidades sin la necesidad de salir a la superficie a respirar. Sumergida en esas aguas pasivas sus pensamientos viajaban infinitos, sin límites y sin temor a nada.

Las aguas cristalinas resplandecían en verdes y celestes luminosos que teñían su vista en todas direcciones. La inmensidad de las aguas la llevaban por sendas acuosas sin límites, no había fondo a sus pies y el sol resplandeciente sobre la superficie le ayudaba a saber qué era arriba y qué abajo. Una paz inmensa y sobrecogedora la rodeaba, el roce de su pelo sobre su cara era tan suave como el movimiento de las burbujas que acariciaban su piel.

De pronto vio como el sol sobre las aguas se oscurecía lentamente, las luces resplandecientes del día se habían ido y poco a poco comenzaron a formarse diminutas ondas en la superficie. Ella se acercó nadando sigilosamente y sacó su cabeza de las aguas para contemplar el paisaje alrededor. El cielo estaba oscuro, cubierto de nubes tormentosas que dejaban caer su lluvia sobre el lago, mientras una brisa suave empujaba las gotas de manera oblicua.

Ella se encontraba en el centro de esa gran extensión de aguas y comenzó a mirar todo su entorno. Un bosque verde y tupido cubría una de las orillas. Mientras del otro lado, unas pequeñas pendientes terminaban en abruptas quebradas que formaban una escarpada muralla natural. A lo lejos, ella podía distinguir un trecho de playa pedregosa, pero por más que buscaba con su mirada, no encontró el lecho del río que alimentaba el lago. A pesar de la oscuridad y la lluvia ella no sentía miedo, tampoco frío, parecía estar acostumbrada a ese lugar.

Con la misma facilidad que comenzó a llover, la lluvia se detenía y el sol filtraba sus rayos luminosos entre las nubes nuevamente. Ella volvía a sumergirse, nadando de un lado a otro en las cristalinas aguas. Nuevamente su piel era contorneada bajo la túnica blanca y las burbujas recorrían su ser de manera suave y gentil. Una luz resplandeciente apareció en el fondo del lago y lentamente subía hasta llegar frente a ella. Parecía un foco luminoso que navegaba contra la corriente y se acercaba hacia ella, por más que intentó eludir su inevitable cercanía, la luz se movía a la misma velocidad que ella hasta quedarse quieta a su lado.

De la luz salió una voz que la llamaba suavemente, casi imperceptible, era más bien un susurro dulce y apacible. Mientras intentaba comprender lo que la dulce voz le decía, comenzó a distinguir las facciones de una cara luminosa en medio del resplandor. Poco a poco una mirada se configuraba, la cara de una mujer de largos cabellos oscuros y ojos azules tomaba forma en medio de la luz. Podía escuchar claramente que ella la llamaba y lentamente iba haciéndose parte de la creciente luz que la envolvía. Sentía su cuerpo flotar en el infinito y avanzar poco a poco hacia esa luz que le infundía paz…

Era una tarde cálida y tranquila de otoño, el sol apenas era acompañado por unas tímidas nubes rozando el cielo. Su profundo sueño encontraba un luminoso final, sus ojos cautivos de la oscuridad, se encontraban de golpe con la negada brillantez del sol. Helena despertaba lentamente de un profundo coma, después de seis largos meses de permanecer postrada en esa cama.

Al principio sólo podía distinguir borrosas siluetas a su alrededor, la luz le quemaba la vista como si jamás hubieran experimentado la claridad. Ella aún permanecía ausente, perdida en ese sueño confuso y distante que la trajo de vuelta a su realidad. Nadie la vigilaba en ese momento y la habitación estaba vacía cuando consiguió de abrir los ojos; y fueron sus primeros gemidos, como de un bebé que no sabe emitir palabras por su boca, los que alertaron rápidamente a una enfermera que deambulaba por los pasillos.

Todos estaban asombrados. Si bien siempre mantuvieron la esperanza de que Helena despertara algún día, para todos fue muy sorpresivo. Rápidamente las enfermeras corrieron para examinarla y chequear sus reflejos antes de llamar al doctor que la atendía. Luego de algunas horas de observación y exámenes, el diagnóstico fue excelente, prácticamente era un milagro el que había traído de vuelta a Helena.

Su familia fue informada de inmediato y llegaron lo antes posible para verla. Su madre fue la primera en entrar al cuarto seguida de su padre y su hermana mayor. Con un nudo en la garganta se acercó a la cama, alrededor de la cual había pasado incontables noches en vela y había derramado muchas lágrimas y oraciones por su hija. El reencuentro fue muy emocionante, las lágrimas de madre e hija se fundían en un abrazo cálido y muy esperado. La emoción inundaba la habitación; su hija menor estaba de regreso después de meses de incertidumbre y angustia. Ya no quedaban rastros de las heridas del accidente, pero nadie dijo palabra alguna al respecto, sólo deseaban expresarle su amor y felicidad.

Tres días después de haber despertado y de estar en observación, Helena era llevada a su primera terapia para recuperar la movilidad de su cuerpo. Después de seis meses inmóvil, sus carnes se habían pegado a sus huesos y la fuerza de sus extremidades era muy delgada para sostenerla en pié. Era necesario aprender a moverse otra vez, casi como un niño comienza a dar sus primeros pasos. Afortunadamente para Helena, eso sería sólo cosa de semanas, la fuerza que la empujaba a ponerse en pié era mayor que la dificultad que la había derrumbado. Las dolorosas horas de ejercicios se contrapesaban con el fuerte anhelo de ser libre una vez más.

Cada día sin falta prosiguió el agotador ritual hasta sentir como sus piernas se fortalecían cada vez más. Poco a poco libraba esa batalla que le había ganado al destino y sentía que pronto sólo sería un mero recuerdo dejado atrás. Pero las noches traían una realidad diferente y agobiante. La oscuridad traía imágenes difusas y recuerdos confusos del accidente; extrañas alucinaciones y caras que no lograba recordar se hacían presentes en sus sueños y despertaba a medianoche sobresaltada y casi sin poder respirar. Sin embargo no dijo nada, en silencio enfrentó sus miedos y sus pesadillas nocturnas por temor a que si decía algo, eso retrasaría su salida de allí.

Luego de algunas semanas de recuperación, Helena era dada de alta y por fin regresaba a su casa. Su familia estaba feliz de ver concretado un paso más en la recuperación de su hija, hasta le hicieron una pequeña fiesta de bienvenida con algunos de sus amigos más cercanos. Habían sido meses muy difíciles viéndola postrada en aquella cama y otras cuantas semanas en recuperación, pero al fin ella estaba de vuelta. Sólo había un inconveniente que le informaron a todos los que venían a verla, Helena aún tenía vagas imágenes de todo lo sucedido el día del accidente. Su memoria había perdido todo recuerdo de ese trágico día en el lago.

Todos en la familia evitaban hablar del incidente, aunque ella constantemente preguntaba por lo que había sucedido ese día. Por su mente fluían instantes pasajeros que la hacían meditar y buscar respuestas, pero no tenía claridad de los hechos y esas lagunas en sus recuerdos no los podía llenar. A eso se sumaban los sueños y visiones recurrentes que ahora se intensificaban y la atormentaban aún despierta. Cada vez que cerraba los ojos, a su memoria venía una cara muy familiar, el rostro pálido de una mujer, con grandes ojos azules, de mirada profunda y perdida. Su pelo oscuro y sus ropas blancas flotaban como si estuviera sumergida en el agua. Día y noche ese recuerdo la perseguía, la misma imagen constante y perturbadora. Por las noches despertaba gritando envuelta en sudor y aterrada por sueños que después ni siquiera recordaba.

Los días pasaban y a pesar que Helena asistía periódicamente a terapia, su cuerpo se recuperaba pero su mente parecía estancada en un pozo oscuro y sin fin. Finalmente ella se atrevió a enfrentar a su familia y los obligó a conversar de ello sin censura; pensaba que saber la verdad y conocer cada detalle de lo sucedido, era lo único que le podía ayudar a superar sus pesadillas y su pérdida de memoria.

Ante la mirada atónita y preocupada de todos, su padre decidió romper el silencio y relatarle los hechos que con tanta insistencia Helena deseaba conocer:

—Era un fin de semana de primavera y tú manejabas la camioneta acompañada por tu amiga Carolina —en ese momento un pálpito extraño invadió el corazón de Helena pero no pudo recordar el rostro de ese nombre— ustedes iban de viaje a pasar unos días a una cabaña en el lago Blanco. A poco de llegar, en el camino que rodea el borde del lago, fueron embestidas por un camión que las lanzó por una quebrada...

El hombre hizo una pausa emocionado, con un nudo en la garganta que le impidió continuar por unos segundos, dando un suspiro y tragando saliva, prosiguió.

—La camioneta en que ustedes viajaban rompió la barrera de contención y descendió varios metros dando vueltas, hasta golpear al borde de una quebrada y cayendo de techo en el agua. Los detalles de cómo pudiste escapar no están claros, pero a tu amiga Carolina nunca la pudieron encontrar.

A pesar del triste relato, Helena no evidenció sentimientos por todo lo escuchado. Era como un papel en blanco, sus ojos cristalinos no asomaban lágrimas ni asombro; sólo bajó la cabeza y cerró los ojos un instante intentando ver imágenes que le permitieran unir las palabras de su padre con los recuerdos en su mente. Esperando ayudarla a llenar esos vacíos en su mente, le mostraron fotos de su amiga Carolina, pero al verlas quedó totalmente decepcionada. Helena pensaba que la mujer que veía a diario en sus sueños y en sus recuerdos, sería ella; pero ese rostro pálido y ausente distaba mucho de ser el de su amiga, eran personas totalmente distintas.

Desde ese día comenzaron a incrementarse esas visiones pasajeras, esas ventanas constantes a una dimensión confusa, lejana y muy inquietante. Helena necesitaba recordar cada detalle de su accidente, buscaba respuesta a todas esas interrogantes que la atormentaban cada día; necesitaba saber dónde estaba su amiga y cómo ella logró escapar con vida del accidente. Pero lo más preocupante de todo, deseaba saber quién era aquella mujer en sus pesadillas.

Los días pasaban sin que experimentara ningún progreso al respecto. Era como una hoja de otoño destinada a caer en cualquier momento, cuyo único destino es volver a la tierra y enterrarse hasta desaparecer por completo. Así sentía que eran sus recuerdos, un pasajero viaje por esta vida destinado a perderse en el olvido.

Ya habían pasado casi nueve meses desde el accidente, la nebulosa mente de Helena pasaba el día sumida en recuerdos inexistentes. Hasta que un día decidió que la única cura posible, sería revivir toda la experiencia nuevamente. No es que quisiera accidentarse otra vez y pasar sus días postrada en cama. Más bien pensaba en llenar las imágenes faltantes, con paisajes reales. Tomó el auto de su padre, al igual que aquel día de primavera tomó la camioneta, y recorrió ese camino otra vez. Le tomó más de una hora de viaje, hasta llegar al punto exacto donde cayeron ese día, ella y su amiga. Helena estacionó el vehículo en un descanso al lado del camino y se asomó para ver la empinada quebrada. Al darse cuenta que era imposible descender por ahí, bajó la pendiente por el costado del camino, rodeando la quebrada.

Lenta y cuidadosamente caminó entre los peñascos, la hierba y los arbustos, hasta llegar a la orilla pedregosa del lago. El lugar era exactamente como en sus sueños. El agua cristalina y la amplitud del lago hacían que se perdiera de vista la desembocadura del río. A la distancia, en la otra orilla, se podía contemplar el bosque tupido y frondoso que se recortaba bajo el cielo. El día estaba nublado, helado y oscuro, como cualquier día de invierno. Ella miraba contemplativamente todo alrededor y se sentía muy triste, tenía un vacío profundo, angustioso e infinito que la consumía. No porque tuviera recuerdos de lo sucedido, sino por el contrario; por más que lo intentaba no conseguía llevar nada nuevo a su memoria. Todo era la repercusión de sus sueños y vagos recuerdos.

Helena se sentó sobre una roca en la orilla, mientras pequeñas olas se mecían contra las piedras pulidas y suaves del borde del lago. En ese momento muchas sensaciones extrañas la invadían. Angustia, desesperanza, un vacío inmenso como si su pecho estuviera desolado y perforado. Estar en ese lugar era como visitar la tumba de un ser querido, sólo que no había nada en su memoria; no había una lápida, no habían flores de algún visitante esporádico, ni siquiera una placa con su nombre.

Aunque por su mente pasó una frase fugaz que alguien podría usar como epitafio:

—Aquí yacen escondidos y ahogados todos mis recuerdos.

De pronto le sobrevino un fuerte dolor de cabeza, como si le hubieran clavado una estaca en medio del cráneo. Helena comenzó a gritar y a darse vueltas sin saber como detener ese punzante tormento. Cayó al suelo de rodillas, con las manos sujetando su cabeza que le parecía explotaría en cualquier momento. Nada parecía mitigar el dolor agudo y constante que sentía, sus narices comenzaron a sangrar dejando caer hilos de sangre que abandonaban su cuerpo hasta encontrarse con el pedregoso y húmedo suelo.

Mientras permanecía arrodillada entre las piedras de la orilla, el dolor desapareció al mismo tiempo que sintió un estremecimiento en todo su cuerpo. Fue como si una fuerte presencia tenebrosa rodeara el lugar. Un escalofrío recorrió toda su espalda, sus vellos se erizaron y ni siquiera quería levantar la mirada del miedo. Mantenía sus ojos pegados al piso con la espalda curvada y el peso de su cuerpo sobre sus rodillas.

Lentamente comenzó a subir la vista, miró hacia todos lados pero no había nada alrededor, aunque lo sentía. Era una presencia aterradora que le cortaba la respiración, un peligro siniestro y latente que acechaba su entorno. Las apacibles aguas del lago comenzaron a agitarse constantemente como llevadas por el soplo del viento, pero no se sentía brisa alrededor.

La tarde parecía oscurecerse cada vez más pesar de ser las tres de la tarde y la lluvia comenzó a caer copiosamente. Helena permanecía allí petrificada a causa del pánico, sus manos estaban rojas manchadas por su propia sangre y se le dificultaba respirar normalmente, como si un peso gigantesco estuviera posado sobre su pecho. Esa presencia había conseguido inmovilizarla por completo y envolverla en un manto de terror indescriptible.

En esa posición, con su vista hacia el centro del lago, Helena vio levantarse desde las aguas profundas, la imagen de aquella mujer de largos cabellos y vestidos blancos. La misma cara blanca de ojos azules y cabello azabache que siempre veía en sus alucinaciones, se hacía real ahora frente a sus ojos. Lentamente se alzó al nivel del agua y comenzó a acercarse a ella flotando sobre la superficie, mientras el cuerpo de Helena temblaba horrorizado. Su boca permanecía cerrada y su garganta no podía emitir sonido alguno, las lágrimas de impotencia y espanto caían por su cara, hasta que finalmente la fantasmal aparición llegaba a su lado.

Helena deseaba que esto fuera un sueño, una más de las pesadillas que había tenido, pero la opresión en su corazón y el halo de su aliento desesperado, le indicaban que estaba más despierta que nunca. Sus ansias de disipar las dudas de su pasado la habían llevado a ese lugar nuevamente, pero jamás imaginó encontrarse con semejante manifestación en esa búsqueda.

Se encontraba frente a frente a la mujer, el agua caía por sus ropas blancas y por su pelo oscuro, su cara blanca como la nieve y sus ojos de mirada profunda la horrorizaban. La mujer tomó sus manos y le hizo sentir lo helado de su húmedo cuerpo. Con mucha fuerza comenzó a arrastrarla hacia el agua, lentamente sus pies se internaron en el lago, llevándola cautiva y sin prisa.

Helena sentía las gélidas manos de la mujer que la conducían hacia el interior del lago, poco a poco veía cómo el agua subía hasta llegar a sus rodillas. No podía zafarse de ella por más que lo intentaba la fuerza de la mujer era increíble y la arrastraba cada vez más hacia lo profundo. El agua ya había llegado a la altura de su pecho y podía ver como las pequeñas gotas de sangre que aún caían de su nariz, golpeaban el agua y se disipaban en la inmensidad.

Repentinamente el fondo pedregoso a sus pies se volvió arena y luego desapareció sumergiéndola por completo casi sin alcanzar a tomar aire. Desesperada, Helena se movía intentando flotar, pero sin conseguir que la mujer la soltara. Sus pataleos levantaban pequeñas olas que se perdían en la inmensidad de las aguas. Al llegar al centro del lago, poco a poco la mujer comenzó a sumergirse nuevamente y como un peso muerto ambas se hundían rápidamente hacia el fondo del lago. Después de algunos metros el último resto de aire que Helena guardaba, salió por su boca como burbujas, su vista comenzó a nublarse y las imágenes difusas de recuerdos lejanos, comenzaron a tomar forma en su mente.

—Todo está perdido —pensó al verse sumergida— voy a morir en manos de este fantasma y sin las respuestas que vine a buscar. De qué me valió llegar hasta aquí, sólo para morir en este lugar.

Sus esperanzas de desvanecían, nada podría rescatarla de una muerte segura. La mujer se acercó hacia ella y colocando sus manos en la cara de Helena, la llevó por un extraño viaje a su perdida memoria.

De pronto retornaban sus recuerdos y la primera imagen que llegaba a su cabeza, fue el recorrido que hacía con su amiga Carolina antes de llegar al lago. La escena del accidente era muy clara y nítida para ella, como si fuera una espectadora de todo lo sucedido frente a una pantalla de cine. Una a una cada secuencia del choque pasaba por su mente, como si lo estuviera viviendo nuevamente.

El camión ascendía la pendiente mientras la camioneta bajaba con precaución por el resbaladizo pavimento. Al llegar a la curva el camión patinó y se cambió repentinamente de carril para evitar irse contra la barrera de contención. Pero el conductor no había visto la camioneta que venía en sentido contrario. Helena intentó esquivar el choque frontal cambiándose a la pista contraria; sin embargo, el camión las embistió desde el costado empujándolas contra la barrera, la cual no resistió la fuerza del impacto. La camioneta sobrepasó la barrera y desde ahí comenzó su larga caída hacia el lago.

Cual testigo de los hechos Helena observaba a la distancia como el vehículo daba vueltas sin parar, girando de costado, rodando y tomando cada vez más velocidad. Por primera vez esas imágenes estaban en su memoria, seguramente a esa altura ella ya había perdido la conciencia producto de los golpes. En ese momento, vio a los pies de la quebrada a un costado del lago, a una mujer que recorría un pequeño sendero que rodeaba la quebrada hasta el otro lado del lago. En la visión Helena intentaba avisarle del peligro que venía, pero la mujer no la escuchaba. La camioneta la golpeó y la arrastró con ella hasta hundirse lentamente en las aguas.

El vehículo con todos sus vidrios quebrados, no opuso resistencia al agua que la inundó rápidamente. En la visión, Helena aparecía ahora en lo profundo del lago, visualizando desde cierta distancia, como todos se hundían. De alguna manera, ella salió flotando por el frente del parabrisas quebrado y fue arrastrada hasta la orilla, mientras su amiga quedaba atrapada inconsciente al interior de la camioneta. Por otro lado la mujer del camino quedó atrapada en el frente de la carrocería y fue aplastada por el vehículo al tocar fondo. Fue espantoso para Helena ver que esa mujer había fallecido allí también.

Rápidamente las preguntas invadían su cabeza como respuesta inmediata a lo que estaba viendo ¿Por qué nunca se encontraron los cuerpos de esa mujer y de su amiga? La visión se desvanecía lentamente al ver su cuerpo tendido en la orilla del lago y Helena regresaba a los brazos de la fantasmal aparición.

Helena abrió los ojos mientras el abrazo gélido de la mujer terminó por consumir todas sus fuerzas. Luego ambas se elevaron desde las aguas hasta llegar a la orilla del lago y la mujer se esfumó de la misma forma extraña en que había aparecido. Helena permanecía tendida e inconciente, con la ropa mojada y temblando por el frío.

La lluvia continuaba cayendo con intensidad y los minutos pasaban rápidamente. Por fortuna, ella había dejado una nota explicando a donde se dirigía esa tarde. Casi una hora después sus padres la encontraron allí, sobre la hierba a orillas del agua, empapada en medio de la lluvia. Estaba descalza y entera vestida de blanco. Su padre la abrazó y la ayudó a incorporarse para llevarla consigo. Mientras tanto su madre traía de su auto una manta en la cual la envolvió. Helena permanecía en silencio y sólo asintió con la cabeza cuando le preguntaron si estaba bien.

La subieron en el asiento trasero del auto de la madre envuelta en la manta, mientras su padre iba por su auto que yacía estacionado en un descanso de la carretera. Todo parecía ser demasiado traumático para ellos. Ya eran más de las cinco de la tarde, la oscuridad parecía no terminar y la lluvia los acompañaría todo el regreso a casa.

Mientras venían de camino y sin que nadie lo notara, Helena esbozó una sonrisa de satisfacción. Su mirada también era diferente, como si algo siniestro se ocultaba tras sus encantadores ojos. Desde ese día su comportamiento jamás volvió a ser el de antes. Las experiencias traumáticas de su vida justificaban en parte su extraña conducta y aunque recordaba todos los detalles de lo sucedido en ambas ocasiones, Helena fingía no saberlo.

Nadie podía ver más allá de los hechos ocurridos esa tarde, quizás nadie percibió lo diferente de la persona que había regresado a casa esa tarde. Su forma de pensar y de conversar e incluso la simple manera de caminar, distaban mucho de la joven que ellos conocían.

De la forma más impensada del mundo, la misteriosa mujer de sus visiones usurpó el cuerpo de la muchacha. Esa tarde oscura y lluviosa de invierno, mientras la abrazaba fuertemente se llevó sus recuerdos, su fuerza y su vida. Sólo quien pudiera ver más allá de su extraña mirada, podría darse cuenta de ese intercambio de cuerpos. Con mucha astucia la mujer había atraído en sueños y visiones a la muchacha a su trampa; hasta conseguir su objetivo.

Pero a pesar de haber vuelto de la muerte ella no era feliz, vivía con un miedo interminable y por las noches soñaba con el retorno de la muchacha que regresaba para recuperar lo que era suyo, soñaba con el retorno de Helena reclamando su vida nuevamente.



Publicación Reeditada 2013
(^)(^)
ø(**)ø
ø(**)ø
..°¤¤°.¸¸.¤´¯`» Freddy
D. Astorga «´¯`¤.¸¸.°¤¤°

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16 comentarios:

Anónimo dijo...

Holaz!

oohoh que historiia :O
uuf!porfin me di el tiempo ke lerr alguna historia
son geniales
pero nuk alcanzo siempre:O
perdon!
saludoos1
bai..baii

Anónimo dijo...

HOLA EDITOR,
LEI TODO ATENTAMENTE...

PORK SERA K LOS SERES HUMANOS RECURRIMOS A LUGARES K NOS HAN HEXO SUFRIR EN EL PASADO?
K BUSCAREMOS ALLI?

SERA SOLO RECORDAR?.. PERO AVECES LOS RECUERDOS TRAEN DOLOR...Y LO SABEMOS PERO ALLI ESTAMOS UNA Y OTRA VEZ MIRANDO ATRAS...
SERA K ALGO HAY K SANAR DE AKELLOS MOMENTOS?

UNA VEZ REGRESE A UN LUGAR FISIKO DONDE OCURRIO ALGO DE MI VIDA... NI SE POR K LO HICE PERO ERA MAS K UNA ATRACCION AL LUGAR, ERA BUSCAR UN K SE YO EN MEDIO DE SILENCIO Y SOLEDAD....


TE DEJO ESTO...
LAS EMOCIONES SE VUELVEN COMO UN ESPEJO Y SE REFLEJA EN NUESTROS GESTOS, EN NUESTROS OJOS; CADA UNA EN SU PROPIO SENTIR...
ALLI ESTAN, TANTAS EMOCIONES, TANTAS Y TAN DIVERSAS, EMOCIONES QUE SON PARTE DE TI Y DE MI... DE LO QUE ERES Y DE QUIEN YO SOY.


MARY

Anónimo dijo...

uuuuuuuuuu
*.* ke heavy!!
la historia estuvo
muy wenu me enkanto!!
la verdad me imagine
mucho la historia estuvo
demasiiado intrigante
kede super metida cn la historia
me muero x saber ke sucede
despues de ke eiia vio
lo ke tanto tenia entre su mente
me enkantariia saber ke ansiias
si es demasiiado buenas tus historias
te deseo la mjor de las suertes!
kon ke se imprente !!
realmente lo mjor para tu
xke erez maraviiloso
cdte mus$h0O
te deseo lo mjor ke lo tez pasando re
zuper estos dias y tengas unas mereciidas y grandiiosas vakciiones
^^
iiap?
muxos slds!!
mil kariñoz
mil besos para tu
muack*S
^^
byiie*
=)

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Aii qe feoo, yo pense qe la mujer de blanco era buena!! pero no es una forra como ninguna¬¬
Esta buena la historiaa nunca pense qe terminaba asi:$
Qe andes de 10(; se cuidaaaa
besooo
Lampriito•

Anónimo dijo...

plop!
asi kede con tu historia :S
pero wenissima jeje

Q estes muyy bien

cuidate

besos

chauuu

Anónimo dijo...

muy buena la historia, es demaciado atrapante
mas de lo acostumbrado jejeje,,
me alegro mucho la noticia de que el libro va a ser publicado tmb en argentina =)
espero podes comprarlo en algun momento =)
te dejo un saludo grande
uno de tus seguidores argentinos

tute

Anónimo dijo...

hola!! uui la historia es un poco terrorifica,pero como siempre tiene un toque que hace que la encuentre una magnifica historia.....bueno saludos para ti...ojala vaya todo bien con tu libro...cuidate!!!

xaito

(*)Yestherina(*)

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Definitivamente genial...
me dio un leve escalosfrío!!!!!!
podríamos decir q todo se devuelve en esta vida, aunq hagamos algo malo sin intención de hacerlo!!!!
muy bueno el final... me encantan estas historias de suspenso!!!!

ya pos muchos saludos
como siempre un gusto poder leer tus historias...
y estoy esperando las noticias sobre tu publicación!!!!

besos

carlis_1508

Anónimo dijo...

ohhh que bueno el final ... enserio ... MUY BKN ;D
es que cuando lei la primera parte me imagine algo asi como
un final feliz xDD!! .. pero nooo ... fue un fianl con un toque
terrorifico y eso me encanta!
te felicitoo ... y ojala que te vaya muy bien con tu libroo :)
saludos y cuidate mucho :D
adioooss

:*****

.Schizophrenic Conversations.

Anónimo dijo...

Noooooooooooooo.......
:O :O :O
Uf.....me encantan este tipo de historias....aunke solo hoy lei las dos partes(juntas) porque sufro cuando las historias estan divididas en partes ijijijiijiji....pero como siempre...valio la pena esperar...

No puede ser.....era todo parte del plan de ese fantasma...que tampoco tenia la culpa de haber muerto...pero...busco venganza.....que mal....mmmmm las jovenes amigas no eran culpables de akel desafortunado accidente....

Y mas encima....nadie se da cuenta? nooooooo esto es demasiado para mi...

De todas formas...me encanto....muy buena historia señor editor :)

Bueno.....esperando ansiosa su libro....

Me despido de usted hasta una proxima vez ijijijji :)

Un abrazo grande....cuidese muxo y trate de disfrutar de sus vacaciones si es que las tiene.....

@@@@@@@@@@@@@@...@ngelit@.

Anónimo dijo...

x una buena historia y muero x contardelas a algunos amigos en alguna noche con un fogon en la playa nunca robandote el credito dede el principio le digo q las historias las sako de este flog

e q te iava a decir bueno mui buena la historia y a sii no keria saver lo de Blind guardian si vos savias en donde la podia sacar los cd pero si los vas a suvir espero vien tranki y muchas gracias

a bas a publicar un libro vos ? como se ba a llamar ((historias de una mente ?)))

o las suvis todas las historias al flog ? bueno la ultima pregunta y o te molesto mas cuantos años tenes y si las kistorias las inventas vos o las reformas de alguans historias viejas con tus palabras ?

bueno espero tus respuestas y no keria sacrte mucho tiempo pero tenia mis dudas

gracias y aiozzz

Anónimo dijo...

amigo soy Yasna te Firmo con m otro Flog Hahaha
espero que estes super bien=D
amo tus Historias (H)

Cuando hable contigo por msn
me emocione al saber que tus relatos
estaran al aire *-*
Hahahaha ya sabes que comprare y quiero que me la Firmes(H)

jajaja
bueno amigo me voy

adios
besos
cuidate mucho=D

Yasna

Anónimo dijo...

:O no creo q t acuerdes d mi
bueno soy la PekiTii...
¿? m recuerda....
En fin...
soy la fans tuio q iva aleer tu libro
y q leia siempre tus historias ^^

Bueno como siempre fiel vuelvo a retomar lo q deje ^^
Se cuda mi Editor ^^

Tau.....


PekiTii....
Espero q pases ^^

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