domingo, 29 de agosto de 2010

CORAZON DIVIDIDO




CORAZÓN DIVIDIDO

Mientras el sol de la tarde cae en el horizonte y el frío del invierno se hace presente alejando a la multitud de las calles; me siento en ese banquillo de la plaza para ordenar estos sentimientos que me invaden.

Sólo pocas personas suelen experimentar esta sensación y hay quienes nunca sabrán siquiera lo que este sentimiento significa. Amar es tan complejo que multiplicar ese sentir hacia dos personas se hace difícil de explicar.

Jamás pensé que alguna vez viviría lo que otros habían experimentado; era tan incrédulo a estas situaciones, que cuando apareció sin aviso en mi vida, ya era demasiado tarde para evitarlo. Es tan profundo lo que siento que hasta me cuesta hablar de ello.

Amo a dos personas, esa es la realidad. ¿Cómo llegué a esa encrucijada es lo que deseo comprender ahora? Tal vez lo que idealmente buscaba lo encontré repartido en dos personas diferentes; quizás sólo soy víctima de mi forma simple de ver la vida.

Esa manera de ver a las personas por lo que son y lo que podrían llegar a ser, esa proyección futura aún inexistente, que a veces nubla mi real percepción de la vida.

Esos ideales personificados que me llevan a pensar que todos podemos ser perfectos.
Lentamente mientras mi corazón buscaba su complemento, terminé encontrando un pedazo de amor y locura en dos lugares opuestos; es como enfrentar el calor con el frío y pretender que son similares, a la vez que tu razón te muestra con hechos concretos, que nunca lo serán.

¿Cómo pude dejar que este sentimiento creciera tanto? Quizás es mi capacidad de entregar siempre más, la que me puso en este dilema que hoy es insostenible. Mientras las alternativas son a la vez más complejas que la misma situación, medito en la forma correcta para tomar una decisión. Me quedo con una o con la otra, continúo con ambas o decido estar solo hasta tener el control de mi vida nuevamente.

Fuere cual fuere mi decisión, mi corazón permanecerá dividido entre dos mujeres que han cautivado mi ser. ¿Pero cómo llegue hasta aquí? Quizás esa es la explicación que debo buscar, posiblemente la respuesta se encuentra sumergida en la realidad de mis acciones.

Sus similitudes son notorias, la dulce voz con que me hablan llenan con ternura mis oídos que escuchan sus palabras atentamente. Mientras sumergida en sus palabras se asoma la seducción y la pasión con la que me conquistan. Sus ojos preciosos son como estrellas en medio de la noche, que entregan su brillo sin descanso y me ayudan a navegar con rumbo a su corazón.

La fragilidad de una es la fortaleza de la otra; mientras logro ver transparentemente a través de los ojos de una sus intenciones y su veracidad; a la otra sólo la descubro excavando en su isla de misterios. La pasión de ambas expresada en su piel ha cimentado mis sentimientos y ha hecho pilares fuertes sobre los que se sostiene la base de mi amor por ellas.

He construido un castillo de arena muy cerca de la orilla y siento como las olas se acercan cada vez más. Nada detiene lo inevitable y tarde o temprano tendré que tomar una decisión. Sólo espero que sea la correcta y pueda dar descanso a mi corazón que se atormenta cada día con esta realidad.

Sin duda ambas no llegaron a mi vida al mismo tiempo, pero la ambigüedad de nuestras relaciones, dio cabida a que no hubiera una línea divisoria para otras personas.

Así mientras disfrutaba de su compañía y nuestra locura por vivir nos llevaba por sendas apasionadas, un mundo pasivo y tranquilo se asomaba por la ventana.

No quiero justificar lo que vivo hoy, sólo necesito una explicación que me permita tomar una dirección definitiva. Miro a mi alrededor y la soledad de esta plaza me entrega una tranquilidad pasajera, que acabará en cuanto deba ver a los ojos a una de ellas.

Sin duda que lo que ambas me entregan es suficiente para llenar mi corazón, y perder a una u otra es como desequilibrar esta balanza emocional. Todo podría desmoronarse y hasta es posible que no encuentre la plenitud solo en una de ellas.

¿Dónde está el límite de esta locura? Cuando me di cuenta de mis sentimientos ya no había retorno, sólo pretendí mantener la situación hasta que una de ellas optara por seguir o terminar conmigo. Pero hasta hoy ambas persisten en estar a mi lado a pesar de ser tan livianas nuestras relaciones.

Quizás ese es el secreto de este éxito aparente, si hubiera un compromiso mayor con cualquiera de ellas, la tensión de una relación no sería tan duradera. Pero como no hay ataduras ni cadenas que esclavicen estos sentimientos, el amor ha crecido con toda libertad. Cruel realidad que me sumerge cada día en un mar de incertidumbre, mientras las olas del amor me llevan de un lado a otro sin rumbo fijo.

Perdido entre las sombras de mis propios pasos, busco la salida de este bosque de confusión que llena mi corazón. Aunque mis sentimientos están claros como el cielo, amo a las dos por igual y no quisiera perder nada de ellas. Ni las alegrías ni las tristezas, ni aquello que me gusta ni lo que me disgusta; las amo como son porque las necesito en mi vida. Son una parte de mí que dolería perder en este momento.

No es egoísmo, es sólo que no podría decirle a una de ellas que ya no siento amor y que todo ha terminado, cuando esa llama esta más viva que nunca en mi corazón.

No podría mirar a una de ellas a los ojos e intentar romper esta ilusión, cuando yo mismo intento hacer crecer aún más lo nuestro; y aunque decidiera estar sólo con una de ellas, mi corazón mantendrá reservado un lugar muy especial para quien ya no esté a mi lado.

Me levanto de mi asiento con más dudas que respuestas y sigo el camino de cada día que me lleva por la misma senda una y otra vez. Que el tiempo decida lo que yo no puedo, no es una cobardía es sólo que no puedo ver hacia el futuro cuando esta muralla se me viene encima. Mientras mi corazón permanezca dividido mis pensamientos seguirán atormentándome y cuestionando mis acciones.

Quisiera olvidar esos besos y esas caricias, el tono de su voz y su melodiosa risa; quisiera escapar a un mundo donde olvidarlas y conocer alguien que sea la combinación perfecta de ellas. Donde descansar en paz mi corazón de esta tortura diaria. Sabiendo que una mañana despertaré viendo la misma cara a mi lado, aquella a quien amo, aquella que me da amor sin medida.

Pero hasta que ese día no llegue seguiré enfrentando esta realidad que me pesa; seguiré siendo amor de dos y entregando besos compartidos, caricias a medias y viviendo una doble vida que me parte el alma, por no poder decidir cual mitad de mi corazón rompería.



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..°¤¤°.¸¸.¤´¯`» Freddy
D. Astorga «´¯`¤.¸¸.°¤¤°


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